Historia coloreada es un proyecto que trata de transformar antiguas fotografías en blanco y negro en fotografías en color. La percepción de una fotografía es muy diferente en función de que se presente de una forma u otra, incluso aunque el color añadido sea muy liviano.

Imágenes anodinas e incluso tristes cambian por completo con la nueva luz que ofrece el color. Y tengamos en cuenta que, en realidad, lo ficticio es el blanco y negro. Los que vivieron en esa época no percibían el mundo en una escala de grises. Lo natural era y es el color. Por eso el blanco y negro nos termina transmitiendo una imagen distorsionada de la época. Y al colorear las fotos las devolvemos a la realidad en la que esas fotos fueron tomadas.

Las fotografías pueden colorearse mediante programas especializados. Pero siempre hay cierta componente creativa, ya que puede elegirse la intensidad de color que quiere darse a la imagen.

La componente creativa, naturalmente, es mayor en aquellos casos en los cuales hay que restaurar la foto, al haber zonas irreconocibles por cualquier causa, como por ejemplo exceso de iluminación.

La idea sería hacer exposiciones virtuales, o incluso físicas, en las que podrían utilizarse las fotografías coloreadas junto con otros recursos.